Adelaida Mangani se recuerda y nos comparte sus días enlazados con los títeres y la música. El piano, por tanto, no falta en este relato y en varios momentos, lo toca (no puede dejar de entregarnos su arte), incluso es retablo para sus personajes.
A lo largo del biodrama, construído sobre numerosas entrevistas realizadas por Mariana Díaz, autora y directora de Bimba, descubrimos a la niña, hija, hermana, mujer, mamá, abuela, maestra, música, titiritera y directora. El recorrido es "a corazón abierto", sinceramente. Títeres e intérpretes la acompañan, la constituyen. Adelaida, con voz muy afirmada y dosis de humor, en primera persona nos cuenta su infancia.
Es una niña curiosa que necesita atención, abrazo, mirada. Del silencio y la rigidez de sus padres -anclados en otro tiempo y aludidos con afecto y respeto-, se habilitan otras posibilidades, como el juego en compañía de botellas, muchas, de distinto tamaño y color. Por vez primera, sale a escena el objeto, que es refugio y personaje, bajo la batuta de la pequeña y estricta Adelaida. De a poco, se inicia así la senda de esta enorme mujer.
El vínculo con la música la nombra "Bimba", piccola ragazza bionda con gli occhi tinti di blu. Suena un fonógrafo de madera y al igual que la canción, es una niña rubia con ojos teñidos de azul, que interpreta el piano con gran destreza. El recuerdo es entrañable, como el de su tío, Juan Francisco Giacobbe, compositor, dramaturgo y musicólogo, que tanto sabe mirarla.
El diseño y la realización de los títeres y objetos apelan a la sutileza, porque contienen el territorio de lo íntimo. Es muy conmovedor para el espectador ver a la protagonista en escena y simultáneamente, encontrarla multiplicada a través de su propia imagen hecha títere. Mientras se rememora, entabla un diálogo con la propia niñez.
La voz de los objetos
La puesta trae otros señalamientos que asisten el racconto y, al mismo tiempo, equilibran el retrato poético: fotos de familia, con su madre, sus hijos -Ariadna, titiritera, y Gabriel, músico-, y su bella juventud, documentan sus pasos proyectados sobre una pantalla. También, la presencia de un músico en escena, uno de sus tres nietos, en la interpretación de la batería. Adelaida lo suma en un tono coloquial, es que biografía y ficción se mezclan para celebrarla.
Un día toca a su puerta el amor, uno grande, y los títeres los unen en el retablo y en la vida por siempre jamás. Un intérprete se calza un personaje de guante y desde lo alto, Maese Trujamán de los Caminos visita la escena. La figura imponente, nos redirige al maestro Ariel Bufano. Adelaida y él se acarician. La imagen es rotunda.
Corre el año 1977 y juntos crean el Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, elenco estable y probablemente único en Latinoamérica, con producciones que conquistaron su "respetable público", que jerarquizaron el género y en muchas versiones lo inmortalizaron.
Todo acontece en la Sala Cunill Cabanellas del Teatro San Martín, sin duda, su casa. Es la sala más pequeña, ubicada en el tercer subsuelo. Acaso por esta razón, captura las entrañas y secretos de su historia. Inaugurada en 1979, por iniciativa de Kive Staiff, entonces director general y artístico, pero sobre todo, periodista, productor y críitico teatral que supo distinguir la titiritesca al otorgarle un espacio. La titiritera lo evoca y el relato se mete en los matices políticos del país, en la batalla de los titeres, en su resistencia. Adelaida lucha con y entre ellos.
El espectador comienza a asomarse a tantísmas obras, a través de algunas marionetas. Unas presagian la vuelta a la democracia, como El gran circo criollo, estrenado en 1982 y rebautizado más tarde, como El gran circo, que marca el ingreso histórico del títere al gran teatro. Un verdadero clásico de la Compañía, con todas las técnicas de manipulación, pensado por Bufano como un homenaje a los orígenes del teatro nacional y a sus pioneros, los hermanos Podestá. Y cual clásico del repertorio, siempre regresa y emociona a las distintas generaciones de espectadores.
La poeticidad de los títeres
celebran una labor admirable
La interpretación del Grupo de titiriteros es delicada por toda técnica, amorosa: hacia las criaturas que despliegan y hacia su maestra. La platea percibe una actuación agradecida en los 15 maravillosos intérpretes. Cabe aquí recuadrar la Escuela de Titiriteros que bordea el racconto, semillero de marionetistas extraordinarios, que tiene el privilegio de contar hasta hoy con su labor docente.
Ocho décadas dibujan la figura de Adelaida Mangani. impecablemente vestida de color azul, con un sólo gesto da vida a un rayo. No puede parar de crear...
La puesta de Mariana Díaz nunca pierde de vista el biodrama que la inspira: títeres y titiriteros son la familia de esta espléndida artista y ahí están, para componer con una gestualidad que desborda poesía, el relato de un camino fecundo. ⧫
👏ÍNTIMA
Por Patricia Lanatta
➥ BIMBA
Biografía escénica sobre Adelaida Mangani
Intérpretes/
Victoriano Alonso, Andrea Baamonde,
Diego Báez Toro, Ariadna Bufano,
Yanina Campanini, Laura Cardoso,
Mariano del Pozzo, Pablo Del Valle,
Bruno Gianatelli, Julia Ibarra, Adelaida Mangani, Fernando Morando, Estanislao Ortiz,
Esteban Quintana, Florencia Sva
Músico en escena/ Jano Squeri
Diseño de títeres y mecanismos/
Alejandra Farley
Realización de títeres y mecanismos/
Alejandra Farley, Katy Raggi,
Inés Sceppa, Ivo Siffredi Diseño de vestuario/ Álvaro Urquizo
Coordinación de vestuario/ Camila Ferrín
Diseño de escenografía/ Carlos Di Pasquo
Asistencia de escenografía/ Estanislao Ortiz
Diseño y puesta de luces/
Magdalena Berretta Miguez
Diseño y puesta de video/ Pablo Varela
Fotografía/ Carlos Furman
Diseño y puesta de sonido/ Alan Guarinacci
Dirección musical/ Pablo Viotti
Dramaturgia y dirección/ Mariana Díaz
Coordinación de talleres/ Guadalupe Borrajo
Coordinación de montaje/ Pablo Rojas
Coordinación de producción/
Constanza Comune Páez, Daniela Cristóbal
Asistencia de dirección y coordinación
de escenarios/ Federico Farano, Ayelén Laxalt
Funciones/
Jueves y viernes, 20:30 h.
Sábado 14 de diciembre, 20:30 h.
Teatro San Martín/ Sala Cunill Cabanellas
Av. Corrientes 1530
Entradas/