jueves, 11 de noviembre de 2021

AL GALOPE DE LA ILUSIÓN

 

Fedro y el dragón se estrenó en 2008 y no paró de brillar. La semilla que luego germinó en este espectáculo admirable, se inició en 2001, en el unipersonal de Fernando Arancibia, con dirección de Claudia Peña, El escudero Hans, inspirado en el cuento de los hermanos Grimm. Lo interpretaron títeres con cabezas talladas en gomaespuma sobre manos desnudas, que fueron diseñados, construidos y articulados por el propio Arancibia. Sin duda, esta obra es la más popular del repertorio de La Faranda, la más premiada y distinguida. En 2018, al cumplir sus 10 años, la Compañía opta por renovar el títere estrella, el dragón gigante, para hacerlo aún más imponente y fácil de manipular; el vestuario, maquillaje, la escenografía y utilería también se innovaron. Fue entonces cuando resultó ganadora de la XXIV Fiesta Provincial de Teatro de Salta.
La Faranda se forma en 1997, como un grupo de teatro de actores, en el '98, cuando algunos de sus integrantes toman otros caminos, queda conformado por sus actuales teatristas, que deciden idear títeres mecánicos con la finalidad de ampliar las posibilidades expresivas de los personajes de sus obras. Así, en el ´99, llega al retablo Fuenteovetíteres, sobre el texto de Lope de Vega, la primera versión con 14 títeres mecánicos y de varilla. Un año más tarde, le sigue Quijote títeres, basado en la novela de Miguel de Cervantes Saavedra, segundo gran montaje, con un elenco de más de 30 muñecos, muchos de 1 metro de altura, y otros de varilla, sobre dispositivos escénicos. Un espectáculo que viajará por Bolivia y Chile, que alumbrará más tarde, en 2016, Quijote a la cabeza y que será un hito en la trayectoria de la Compañía. Definitivamente, la búsqueda pasa por investigar y encontrar aquellos materiales que puedan ensanchar la capacidad de expresión de sus creaciones. Y lo logran. Más de 25 obras de distinto formato, lo confirman.
Recientemente, Fedro y el dragón integró la programación del 2° Festival Internacional de teatro de títeres y objetos animados, que se desarrolló del 4 al 7 de noviembre en la ciudad de Villa Ballester, organizado por la prestigiosa Compañía Omar Álvarez Títeres en una fiesta para los sentidos, los artistas, el barrio y su gente. La dupla coronó el encuentro con funciones en el teatro del Colegio José Hernández, cuyas dimensiones importantes se adaptaron al gran montaje del espectáculo. El público lo ovacionó de pie, con aplausos apasionados y agradecidos.


Enamorarse de una historia
A veces, la compañía construye historias propias, otras, elaboran una dramaturgia a partir de textos clásicos, aquellos que los enamoran, para compartir con sus espectadores un acontecimiento fascinante. En este caso, echan mano a una segunda versión del cuento infantil, narrado esta vez, con títeres mecánicos y otros articulados según la necesidad dramatúrgica. Se trata de un relato con valores, que habla de honestidad, respeto y valentía y, en contraste, de ambición, mentiras y traición. La Faranda mantiene la anécdota principal: la relación entre el escudero joven y el caballero al cual sirve, pero este último se llama Claudicante y es mucho más despiadado que en la historia original, capaz de engañar a su escudero fiel, por partida doble, movido por la codicia y el afán de convertirse en un Claudimagno. Por su parte, Fedro, cuyo nombre de origen griego, remite a un ser radiante y gozoso, es noble, entusiasta y entrena duro para merecer el título de hidalgo. No es precisamente un galán, aunque tiene otros atributos que atraen a la princesa del reino. Tiene además, un defecto: no puede pronunciar la "p", por lo tanto, la espada que prepara para su señor, la llama “freciosa”. Esta imposibilidad, tomada del cuento, gana al espectador y aporta gracia al protagonista. La dramaturgia incorpora un elemento mágico, clave para el desenlace de la historia: un sombrero delator, que el servidor recibe de manos del rey, disfrazado de indigente. Pero en principio, este antihéroe es mucho más fuerte de lo que parece y tiene el coraje para enfrentar la adversidad y su propia limitación.


La verosimilitud de los títeres
La puesta es muy inteligente, se apoya en una selección musical, que permite seguirla con ritmo y sonoridades medievales. Una parte del relato recala en un tema musical del grupo español Milladoiro, Foliada de Berducido, en el que desbordan el arpa, clarinete, la guitarra, gaita y percusión, instrumentos que nos sumergen en la atmósfera del cuento fantástico.
Un jinete anuncia a través de su corneta, la cercanía del feroz animal, que no puede escapar a su destino de destrucción. Se trata de un títere de sombra, con mecánica que le permite cabalgar. Se escuchan los gritos del pueblo, aterrorizado, a través de las voces convincentes de los manipuladores. No lo vemos, pero es posible imaginar el espanto. Finalmente, llamaradas de ficción evidencian la llegada definitiva de la criatura, que se manifiesta con toda su desmesura. Aparece en el justo momento, no invade el espacio; la entrada es colosal y su actuación está muy bien administrada. Esto hace que el relato mantenga el suspenso y habilite el asombro en la platea. Antes de esto, se sugiere su presencia. Dos puntos rojos en la oscuridad, espían la comarca (nos espían). La iluminación es otro procedimiento vital de la puesta, generadora de temor y encanto. La pesada marcha del gigante resuena, a través de efectivos recursos sonoros. Los mecanismos para este títere de gran formato, portan ingenio y propician que el coloso bata sus grandiosas alas, baje su largo cuello en busca de su presa, mueva la cabeza de lado a lado, abra su boca y encienda de furia sus ojos. El defensor del pueblo es Fedro, solo y con su espada. Claudicante acaba de arrojarlo a la bestia, con toda vileza y cobardía. Ambos títeres componen una escena extraordinaria.


Fedro tiene más de una posibilidad expresiva, su actuación mecánica le permite empuñar su lanza en la gran batalla, hablar, poner y sacarse su sombrero, sostener un farol y hasta operar algún truco para conquistar a la princesa. Hay una equilibrada combinación entre los muñecos mecánicos y otros de distinta técnica y tamaño. En las escenas a distancia, sobre un segundo retablo, instalado a mayor altura, los enamorados tendrán un pequeño formato. En sus interpretaciones mecánicas, bailan, entre otras acciones. La danza del cuerpo de los titiriteros detrás del retablo principal, se prolonga para expresar el baile de los títeres. Es un cuadro de gran belleza, sobre música de ópera. La ilusión se arma con los titiriteros, con la vida que insuflan a sus personajes y con la imaginación del público, que completa los puntos suspensivos.
Estos magníficos artistas de la cosecha Argentina, son itinerantes y se quedan un rato más en Buenos Aires. Es una excelente oportunidad para disfrutar la generosidad de su arte.

👏 INMENSA
      Por Patricia Lanatta

FEDRO Y EL DRAGÓN
   Adaptación de Hans, el escudero, de los hermanos Grimm.
   Investigación histórica/ Claudia Peña  
   Dramaturgia, Selección Musical, Diseño y Construcción de muñecos, Vestuario,
   Utilería, Escenografía, Montaje, Operación Técnica/ Claudia Peña, Fernando
   Arancibia
   Diseño y Construcción de dragón, Diseño y Construcción de retablo y mecanismos 
   escénicos, Diseño de iluminación/ Fernando Arancibia   
   Interpretación, Producción y Dirección/ Compañía La Faranda
   Fotografía/ Alfonso Antonio (para el Instituto Nacional de Teatro, Delegación Salta)

PREMIOS Y DISTINCIONES
Seleccionada para integrar el catálogo del Instituto Nacional del Teatro 2020
Ganadora de la XXIV Fiesta Provincial de Teatro de Salta 2018
Premio Nacional Javier Villafañe al teatro de títeres y/u objetos 2018:
Destacada en los rubros Musicalización. Adaptación de texto para teatro de títeres y/u objetos
Premio LATEA 2008 (Premios locales a la Labor Teatral):
Mejor Sonido y Musicalización. Mejor Iluminación. Mejor Manipulación. Mejor Espectáculo.
Premio Nacional ATINA 2008 (Asociación de Teatristas Independientes para la Niñez
 y Adolescencia):
Diseño de Títeres y Objetos. Diseño Escenográfico. Diseño de Vestuario.
Diseño de Iluminación. Adaptación. Espectáculo. Producción

 FUNCIONES 👇

Viernes 12 de noviembre, a las 15 y 17:30 h.
Tecnópolis ➤ Sala del Instituto Nacional del Teatro