viernes, 24 de noviembre de 2023

ILUMINAR

 


La obra nos remite a una escuela rural en el noroeste de nuestro país, el acento de los personajes allí nos sitúa, también el vestuario y la escenografía (Sara Bande), que lucen desde la sencillez y la economía de recursos. Sola está la directora, dispuesta a hacer la tarea, siempre a la espera de recibir alumnos golondrina, aquellos que asisten a clase cuando pueden llegar. También está "el alumno pupilo", que ha sido acogido por Elsira Montalvo desde pequeño, en su irremediable orfandad. Tanto le ha dado a Leoncito que no lo puede soltar.
Se preparan para el Encuentro Coplero anual, el más renombrado de la zona, porque el chango canta y toca la guitarra. La radio pone en el aire El mensajero cultural, que nos dice que la maestra de música está por llegar al paraje, aunque en su lugar un docente de lengua es quien acude: Ceferino Zapaliar. Su presencia pone otro sentido en el aula, planta la palabra y su canto, la poesía, que instala la posibilidad de partir, visibilizar lo propio, más allá de un premio: "para que su canción se oiga, para que la oigan todos" -resuena el texto poético-. El maestro tiene esa poderosa misión.
Con sólidas actuaciones de Mónica Gazpio, Miguel Picollo Gazpio y Alejandro Agustín, el texto, elogiable -seleccionado en la IV Feria de dramaturgias 2022-, penetra a paso lento, en la platea, se pasea para ser escuchado y quedarse, se afirma en el lenguaje de la tierra -respetado a rajatabla en sus rasgos fonéticos-, descubre personajes dignos y resalta roles, esos que se sostienen a través de acciones cuya desembocadura es el otro, el otro
 a formar, iluminar.  
"Los santos paganos" es la temática del certamen y los participantes deben vestirla. León Basavilvaso viste el Maruchito. Una breve intervención del teatro de objetos, la actuación y la interpretación con máscara asalta a la platea y trae a la escena al peón, el capataz y la curandera, para recrear aquella leyenda patagónica de 1919, que convierte a Pedro Farías en nino santo. 
Una historia de nuestra Argentina profunda, esa que podemos imaginar pero cuyos hacedores no nos la cuentan, no tienen tiempo para esto, les urge las ansias de enseñar. La versión es una espléndida oportunidad para asomarse, de la mano de Carlos Peláez, en la dramaturgia y dirección, y de un equipo artístico que acompaña este vuelo. ⧫
Por Patricia Lanatta

Duración/
70 minutos
Funciones/
Sábados, 18:30 h. /Hasta el 9 de diciembre/
Espacio Cultural La Fragua/
Av. Rivadavia 4127
Entradas/
https://www.alternativateatral.com/obra86224-el-alumno-nube

viernes, 3 de noviembre de 2023

SIN CHANCE PARA AMAR



Primera escena: Amanda (Lorena Szekely), la querida de Camilo (José Manuel Espeche), se ahoga en una insoportable soledad. Su figura voluptuosa se hunde en un sillón confortable, mientras su mente se ha mudado de lugar. 
Sobre el texto de Armando Discépolo, Patricia Zangaro realiza un trabajo dramatúrgico exquisito, que retrata a la mujer de la Buenos Aires de los duros y pobres años 30, penetrando en el trazo grueso del autor a lo largo de los cuadros del melodrama. Sin embargo, omite el último, otorgando un permiso a la protagonista para mirarse y acaso defenderse de un sistema social y cultural que la cancela.
Bajo la dirección de Teresa Sarrail, toda la acción dramática se desenvuelve en un mismo espacio escénico, con un recurso disruptivo sumamente interesante, donde actores y actrices vienen de un lugar y vuelven a él para vestir y descolgar sus personajes, entre la voz en off de un locutor que señala las didascalias; operaciones éstas inteligentes, que quiebran el clima melodramático, asfixiante.
En la puesta, bien ambientada desde el vestuario, la iluminación, escenografía y música, se lucen las actuaciones del universo femenino -mujeres que habitan la sombra del hombre-. En especial, se destaca la labor de Lorena Szekely, en el rol protagónico -en la apuesta pasional por Eduardo (Mario Petrosini), en el repliegue valiente ante la cobardía del "amado", en la ternura por Alicia, su hermana-, interpretado con la desmesura emocional requerida. También, la convincente composición de Jesica Álvarez, la conciencia de Amanda, que la transparenta desde una elocuente gestualidad. Incorporar este personaje es una sutileza de Zangaro. Se subraya además, la interpretación de Liliana Lavalle, la madre despiadada que somete a su hija, en pos del bienestar económico familiar.
Todos los personajes están atrapados por la subsistencia, el dinero impera y no deja chance para el amor.
Últimas funciones del idilio de estos amantes, contado por Discépolo en una época donde la sociedad no podía espejarse, un texto que hoy nos habilita a interpelarlo desde una lectura aguda de género. 
Por Patricia Lanatta

Duración/
75 minutos
Funciones/
Domingos, 20:30 h /Hasta el 12 de noviembre/
Patio de Actores
Lerma 568
Entradas/