sábado, 27 de mayo de 2017

AQUEL LOCO ELENCO: A JUGAR "COMO SI"


 LA HISTORIA DEL TEATRO DESDE EL MÁS PURO CLOWN

Un trío de actores, apasionados por el teatro, ensayan obras y estilos a partir de un dispositivo singular que apela a un lugar de juego: un escondite, acaso una buhardilla. A la manera del absurdo, los protagonistas accionan una palanca y ponen en movimiento ruedas y ventiladores, que arrojan en un buzón signos. Así de simple, se abre el telón.
Una pluma es la invitación para introducir a William Shakespeare y el teatro isabelino. El clásico “Romeo y Julieta” sube a escena: una cartera, ornamentada y puesta al revés, se convierte en el tocado para el actor que encarna a la joven Capuleto. Se trata de tiempos donde las mujeres no pueden “por ley” actuar y transcurre la acción en el balcón entre la codiciada Julieta y el valiente Montesco. Los clowns Parrilla y Proscenio son los enamorados mientras Bambalina, inquieta y dispuesta a jugar cualquier papel, interrumpe con diferentes objetos. Un lampazo puede ser un brioso caballo que la traiga, a puro galope...
Un pájaro de papel marca el drama de Ánton Chéjov (“La gaviota”). Nuevamente, la utilería funciona al servicio de todo lo que necesitan estos amigos para representar la trama y ubicar a la platea en época. Una alfombra de baño de color rojo, se divide en dos y pronto se transforma en dos típicos gorros rusos, para los caballeros que se disputan el corazón de Arkadina. Especialmente en esta escena, resultan muy divertidos los nombres de los personajes. Al nombrarse se genera un idioma postizo -de innegable frescura- que imita el original y remata el juego simbólico de ‘hacer como si’.
Y así como los chicos cambian de juegos repentinamente, los clowns también prueban otros recorridos.
Banderines multicolores acercan el teatro popular de calle. La máscara y un estupendo ritmo corporal brotan de los actores para representar el romance entre Isabella (Clarisa en la versión) y Florindo, sumada la picardía de un astuto criado (Arlequín). Los “innamorati” en manos de los “zanni”, parodiando estos perfiles característicos de la Commedia dell'Arte. El buzón descubre también, el mismísimo teatro griego en un pasaje de “Edipo” con su madre. Aparece aquí un mecanismo ingenioso que representa el coro de la tragedia, a través de una serie de cabezas articuladas por Parrilla, que abren generosamente sus bocas.

➧Diana Deak
La puesta incluye además tres títeres, manipulados por los propios intérpretes, que duplican cada uno de los clowns y anuncian lo que sigue del relato. Con una estética sencilla, ponen un ritmo más pausado al juego de tanta prisa por actuar y ninguna escena donde anclar.
Bambalina (Virginia Kaufmann), Parrilla (Martín Palladino) y Proscenio (Giancarlo Scrocco) comparten objetivos. Ninguno predomina sobre los otros, ni es más listo ni más torpe, simplemente son distintos. Uno se esfuerza por lograr la estética en cada género y el otro, galanazo y presumido de su rol, va detrás del gran personaje. Ella insiste en su oficio de actuar, payasa deliciosa si las hay, Kaufmann gana a la platea desde el primer momento. Hay plena integración entre ellos y desde ahí, disparan la complicidad hacia el público. Rompen la cuarta pared de un modo entretenido y amable, sin saturar al espectador con la búsqueda fatalmente aburrida, de obligarlo a participar cuando la historia no convoca. Muy por el contrario, salen ocasionalmente a sorprenderlo, pero ocupados en edificar lo que vinieron a contar: el teatro en el teatro, episodios de la historia de la escena universal revisitados desde el más puro clown.
Se percibe en los tres una destreza física palpable y un trabajo profundo en la composición del propio payaso, que no necesita chalupa ni nariz roja para serlo. Paralelamente, el vestuario de fantasía, las llamativas pelucas y el maquillaje completan la estampa.
La dirección tiene la marca de Cecilia Miserere (Bom, Bim, Bam y Clac!, una obra de película), ágil a la hora de acompañar la impronta de cada intérprete con la transparencia del gesto. 
Aquel loco elenco persigue la mirada del otro a través del juego y se identifica todo el tiempo con el espectador. Como los niños, los protagonistas abandonan y retoman el pacto de ficción con las mismas ganas y deseo imperturbables. Sin saber muy bien a dónde van, construyen solidariamente su andar. No hay mañana, hay juego aquí y ahora. Espectáculo para toda la familia (niños desde 6 años). ⧫

Opinión: muy buena
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AQUEL LOCO ELENCO
Autoría: Virginia Kaufmann•Cecilia Miserere•Martín Palladino
Títeres: Romina Campitelli•Javier Cancino•Giancarlo Scrocco
Intérpretes: Virginia Kaufmann•Martín Palladino•Giancarlo Scrocco
Diseño de vestuario: Analía Cristina Morales
Diseño de utilería: Analía Cristina Morales
Diseño de escenografía: Héctor Calmet
Diseño de luces: Ricardo Sica
Realización de escenografía:Daniel Tommarello•SilviaTommarello•Valentina Vivaldi
Realización de utilería:Lucía Lossada•Analía Cristina Morales
Realización de vestuario: Jorge Maselli•Beatriz Pertot
Música original: Leandro Iglesias
Stage Manager: Nicolás Sorrivas
Fotografía: Diana Deak
Diseño gráfico: Art Factory Design•Amblagar Studio
Asistencia de escenografía: Agustín Adesso
Asistencia de dirección: Nicolás Sorrivas
Prensa: Varas & Otero
Producción ejecutiva: Nicolás Sorrivas
Producción general: Compañía Amichis•SilviaTommarello
Coach Vocal: Virginia Kaufmann
Dirección general: Cecilia Miserere

Sábados y domingos de mayo y junio, 16.30 h
Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543)