Crédito ↦Gentileza Agustina Sánchez
Llevaba
meses recopilando material poético, pensando en cómo ordenarlo cuando, de gira
en Madrid, Lucrecia Frías Merlmestein, de tan sólo 7 años, me acerca varios de
sus poemas. Ése fue un gran catalizador... Surgió entonces el nombre del
espectáculo y a la vez, la idea de hacer dialogar la realidad de vocaciones
bien recibidas, que tienen las niñas actuales con absoluta naturalidad, con la
realidad de otras en diferentes épocas de la historia.
Poeta niña se estrenó en Buenos Aires en 2017 y comenzó su derrotero por España, cuna de grandes juglares. Participó del XXII Festival Galicreques en Santiago de Compostela y, por estos días. se presenta en el espacio Pan y Arte. El unipersonal -escrito, interpretado y dirigido por Gabriela González López- dispara hacia la platea de los más pequeños sorpresas sonoras y visuales, con ingeniosos instrumentos de percusión y un original vestuario, poniendo en el centro de la escena a una poetisa niña, curiosa y dispuesta a brillar.
El espectáculo resulta original en su relato, inspirador también. Vas enhebrando textos desde un personaje que entre juegos, se apropia de la poesía al tiempo que construye su lugar en el mundo. ¿Cómo surge esta dramaturgia?
La relación entre objetos y producción de sonidos es determinante en la puesta, también, el modo en que emerge el vestuario que, con sus capas y texturas, compone personajes.
Una de las premisas que me impuse desde un principio, fue que ningún sonido sería grabado. Todo tenía que ser emitido desde el escenario. Esta "limitación" intencionada funcionó como organizador estético-sonoro y como disparador de mi imaginario creativo. En la medida en que fue conformándose poeta niña y el espacio que habitaba, se profundizó el uso visual de los instrumentos: uso en acción para construir diversos personajes.
Esta encantadora palabrista no parece tener edad. Si tuvieras que describirla poéticamente, ¿qué fragmento eligirías?
"La poesía agujerea el techo para que veamos el cielo", Ramón Gómez de la Serna. Ella viene a través de los tiempos y su apariencia es de otro siglo, enfáticamente. Su ropaje funciona como capas de cebolla. Al quitarse una prenda, el personaje muta en otro.
Desnudez y transformación.
En este punto se suma Marcela Bea. Hubo muchas discusiones creativas para optar por lo más conveniente. Hasta en detalles sobre si una vestimenta debía ser simétrica o no. El proceso fue intenso y divertido. Marcela es actriz, además de vestuarista, nos conocemos profundamente trabajando desde hace décadas. Entonces fue muy feliz la tarea que realizó con los poemas para convertir imágenes en prendas de vestir, como el río, la rosa, el mar. Compartimos horas muy inspiradas, disciplinadas, y la retroalimentación de la imaginación en escena.
Poeta niña es un unipersonal de poesía iberoamericana para actriz y objetos, recomendado para niños a partir de los 5 años, sobre poemas de autores consagrados como Federico García Lorca, María Elena Walsh, Atahualpa Yupanqui, Sor Juana Inés de la Cruz -por citar algunos- y otros escritos por niños. Posiblemente, en esta zona resida toda la magia del espectáculo, en el relato pertinaz del deseo a través del tiempo, en el esmero para llegar a ser lo que se es ⧫
➦DOMINGOS 16, 23 y 30 DE SEPTIEMBRE, 16 H
PAN Y ARTE (AV. BOEDO 876)
El espectáculo resulta original en su relato, inspirador también. Vas enhebrando textos desde un personaje que entre juegos, se apropia de la poesía al tiempo que construye su lugar en el mundo. ¿Cómo surge esta dramaturgia?
Lo primero fue la idea de trabajar
con la poesía que se levanta del libro y se hace humana, como dice García
Lorca, es decir, de "teatrar" los poemas. Los acopié primero y
después transité un tiempo de ensayos en el que fui trabajando con qué recursos
los quería decir. En verdad, fueron varios meses de investigar con los
instrumentos, de ensayar trabajos de mesa con los fragmentos elegidos. La idea
de la transformación de los objetos, del vestuario y de los instrumentos en
escenografía o en otros personajes, estuvo desde el inicio. De los propios
textos apareció el espacio en el que se vivían, y nació la decisión de ubicar
la escena en ese lugar "detrás del mundo", al que alude el texto de
Lucrecia. Ahí se organizó quién es el personaje que los interpreta, el relato
de su vida con todas sus dificultades a la hora de pensar y hacer valer sus
propias palabras. Escribí las escenas sin saber muy bien cómo las iba a poner y
luego, con el texto escrito y estudiado, brotaron las decisiones de puesta e
interpretación.
La relación entre objetos y producción de sonidos es determinante en la puesta, también, el modo en que emerge el vestuario que, con sus capas y texturas, compone personajes.
Una de las premisas que me impuse desde un principio, fue que ningún sonido sería grabado. Todo tenía que ser emitido desde el escenario. Esta "limitación" intencionada funcionó como organizador estético-sonoro y como disparador de mi imaginario creativo. En la medida en que fue conformándose poeta niña y el espacio que habitaba, se profundizó el uso visual de los instrumentos: uso en acción para construir diversos personajes.
Esta encantadora palabrista no parece tener edad. Si tuvieras que describirla poéticamente, ¿qué fragmento eligirías?
"La poesía agujerea el techo para que veamos el cielo", Ramón Gómez de la Serna. Ella viene a través de los tiempos y su apariencia es de otro siglo, enfáticamente. Su ropaje funciona como capas de cebolla. Al quitarse una prenda, el personaje muta en otro.
En este punto se suma Marcela Bea. Hubo muchas discusiones creativas para optar por lo más conveniente. Hasta en detalles sobre si una vestimenta debía ser simétrica o no. El proceso fue intenso y divertido. Marcela es actriz, además de vestuarista, nos conocemos profundamente trabajando desde hace décadas. Entonces fue muy feliz la tarea que realizó con los poemas para convertir imágenes en prendas de vestir, como el río, la rosa, el mar. Compartimos horas muy inspiradas, disciplinadas, y la retroalimentación de la imaginación en escena.
Poeta niña es un unipersonal de poesía iberoamericana para actriz y objetos, recomendado para niños a partir de los 5 años, sobre poemas de autores consagrados como Federico García Lorca, María Elena Walsh, Atahualpa Yupanqui, Sor Juana Inés de la Cruz -por citar algunos- y otros escritos por niños. Posiblemente, en esta zona resida toda la magia del espectáculo, en el relato pertinaz del deseo a través del tiempo, en el esmero para llegar a ser lo que se es ⧫
➦DOMINGOS 16, 23 y 30 DE SEPTIEMBRE, 16 H
PAN Y ARTE (AV. BOEDO 876)