viernes, 13 de septiembre de 2019

EN UNA PALABRA

DE LA MAÑANA A LA MEDIANOCHE

Georg Kaiser (1878-1945), máximo exponente del expresionismo dramático alemán, es autor de “De la mañana a la medianoche”, cuyo estreno data de 1919. Dicho sea de paso, un año más tarde, el cine mudo la retoma en un logrado filme, con guión y dirección de Karl Heinz Martin. En 1933, ante la toma del poder por parte del nazismo, la obra del dramaturgo es censurada, silenciada y debe exilarse de Alemania. Sin embargo, su huella perdura en el teatro del mundo.
Diego Cosin, director de la versión que se presenta por estos días en el Payró, reflexiona: “Kaiser llevó a los extremos la rebelión contra el naturalismo, la otra objetividad que se mostró en el desprecio por el psicologismo, la exteriorización de los sentimientos y el manejo de símbolos. Se le ha considerado el más glacial de los autores expresionistas”.
La primera escena asalta al espectador con un empleado bancario que ve la posibilidad de robar 60 mil marcos y se atreve, aunque el temor de que lo atrapen pronto lo incita a gastar lo robado. Peregrina por lugares ligados a los placeres mundanos y ya no hay regreso al hogar ni a la familia, sólo al vacío. Una apuesta a una carrera de bicicletas lo lleva a ganar aún más dinero.
A lo largo del relato, una niña irá a su encuentro y le pedirá limosna, pero la atención del personaje no estará puesta en ella sino hacia el final, que será trágico. La pequeña, que lo sigue durante toda la obra en una suerte de ´gran conciencia’, lo lleva al ejército de salvación de almas, donde diversos personajes se confiesan en público. Cuando le toca su turno, completamente corrompido, purifica la culpa arrojando frente a ellos todos los billetes.
Claramente, el cajero representa un personaje expresionista arquetípico. Es extático, visceral, intenso, onírico, distorsionado y grotesco. Su performance contrasta con las actuaciones más naturalistas de los demás personajes, entre una escenografía en línea con él, simbólica, generadora de un espacio puro "que no paraliza el vibrar de la fantasía", en el decir del director expresionista Felix Emmel. 
La versión visibiliza y hace justicia a la técnica de actuación del ego (Ich), que pivotea sobre un personaje central, con matices más grotescos que el resto de los actores. “En tiempos del teatro expresionista, producía una marcada diferenciación estilística con los estereotipos a los cuales la audiencia estaba acostumbrada. Provocaba un divorcio o alejamiento de la obra original, con la cual autor y público podían identificarse, y hasta les dejaba la sensación de una especie de sueño recordado o narrado a otra persona”, remarca el director de “De la mañana a la medianoche”.
En la escena encontramos un trabajo coral colectivo -parejo y lucido- de un grupo de 11 actores, donde 10 interpretan a más de un personaje sin nombre (la obra original despliega 30) y 1 actor protagonista soporta toda la acción dramática. Ese actor expresionista es capaz de sentir en escena sus más profundas emociones para llegar a desnudar el alma del personaje, alejado de la representación natural y exagerando sus acciones, a través de gestos, maquillaje y movimientos corporales (estilo extático), que alternan velocidad y detención. Por añadidura, la puesta acuña recursos visuales, efectos sonoros y música en vivo que buscan llegar al lado emotivo del público.
El expresionismo exterioriza un movimiento desde el interior hacia el afuera del hombre, plantea el nacimiento de un hombre nuevo en el reencuentro con él mismo. Las transformaciones no suelen producirse de la noche a la mañana, sí, desde lo más profundo para que salga a la luz una acción con conciencia: la de un hombre comprometido. 
Una vuelta interesante a un material que un siglo más tarde, continúa vigente; una puesta donde priman el disparate y la exageración cómica frente a la crisis de valores morales, y un riguroso trabajo de dirección de actores, que etiqueta a Diego Cosin en una versión vibrante. ⧫

👏 VIBRANTE
     Patricia Lanatta

📅 Sábados de septiembre y octubre, 19 h
➥  TEATRO PAYRÓ / San Martín 766
Web: http://www.teatropayro.com

Autoría/Georg Kaiser
Traducción/Esteban Speyer Silva
Elenco/Valeria Azul Baranchuk, Pablo Faletti, Pablo Fortunato, Rodrigo González Heiland, Mavi Massa, Rocio Olaya Bolaños, Julio Pallero, Leonardo Sandoval, Jorge Schwanek, Luisina Spenza, Fabio Taphanel
Vestuario y realización de objetos/Mirta Palacio
Caracterización/Dora Roldán
Espacio escénico y Dirección/Diego Cosin
Diseño visual/Juan Carlos Cantafio
Edición de Imágenes/Pablo Fortunato
Visuales/Mariana Ortiz Linares
Efectos Sonoros/José Antonio Amato, José Antonio Amato
Puesta De Luces/Betina Robles
Fotografía/Pablo Fortunato
Asistencia de Producción/Mariel Puga
Asistencia de dirección/Julieta Ceballos
Productor asociado/Idea2