sábado, 6 de julio de 2024

AMAR. CRECER. SOLTAR


Las buenas historias, esas que perduran y nos acompañan a lo largo de los años, nos atrapan desde un primer momento y a medida que vamos ingresando al corazón del autor nos van enamorando. El zorro, el labrador y el buen hombre nos invita a asomarnos al mundo de los vínculos, esencial para la existencia.
Aparece el buen hombre, como salido de un libro de cuentos. En una interpretación sensible, Santiago Lozano compone un personaje que se manifiesta con su tiempo, sin prisa; rutinario en su día a día, sin preocuparse por la repetición. Por el contrario, la disfruta, completamente afectivo con la naturaleza.  
Cada mañana, sale a pasear con su perro labrador (Gerardo Porión); el monte los espera. Los une una bella amistad, les basta mirarse para entenderse: gran sintonía entre actor y titiritero. El títere, de manipulación directa, se impone en la escena inmediatamente, con su porte ingenuo y juguetón. Su despliegue escénico descorre una enorme expertise en las manos de un titiritero, que el espectador conoce muy bien, tanto en la realización de retablos y marionetas como en su actuación. 
Siguiendo con el relato, en el bosque, el can va al encuentro de una liebre que, al ocultarse, le ofrece juego. 
Cierto día, el zorro irrumpe libremente, en el bosque (Daniela Fiorentino). Actriz y titiritera, con consagrados trabajos, productora de obras de títeres y objetos para bebes, infancias y adultos, que además, en esta versión, tiene el rol de la dirección de los títeres: impecable. En temporadas anteriores, brilló en el personaje de la vaca Wiwi ("Ana y Wiwi") en una interpretación entrañable. En esta ocasión, articula un personaje intrépido y curioso, que seduce al labrador y la platea. Poco tiempo les tomará sellar la amistad. 

Amigos en concierto

La versión no persigue el relato por medio de la palabra, se trata de una puesta que privilegia el arte de los títeres, la música y la canción. La música original, una labor destacada de Fernando Nazar, empodera aquellas escenas donde la emoción impera. En tanto la canción narra situaciones, pero sin saturar al espectador. El actor que encarna al juglar (Pedro Raimondi) se expresa a través del canto con una voz muy cálida, pero además sostiene otros roles; desplaza la escenografía móvil y manipula otros títeres (liebre, zorra, mariposa). El monte propone encuentros y el universo, lo infinito -sugiere la canción-.
El diseño y la realización de los títeres son tareas relevantes. Figuras y mecanismos permiten al espectador un agradable pacto de ficción, junto a las actuaciones de los titiriteros, que logran conquistar emociones y transmitir el alma de las marionetas, manipulándolas a su lado, imprimiéndoles el ritmo requerido en cada escena, su respiración y sentir. 

Aprender del otro 

Pablo Gorlero, periodista, investigador, escritor y director teatral, autor de celebrados espectáculos, muchos de éstos galardonados, un apasionado por las tablas -diría-, es el responsable de esta historia, inspirada en una real, de la puesta y dirección. Su propuesta retrata con gran sensibilidad, el ciclo de la vida, con su verdad inexorable y su aceptación. Eligió hacerlo con el lenguaje de los títeres, con espléndidos intérpretes y una composición musical que suena sinfónica. Prescinde de la palabra y es todo un logro. Hay pausas, silencios: sentires. El labrador intuye la visita de su amigo, la luz de una simple linterna proyecta la sombra del zorro; es un cuadro enternecedor.
Mientras tanto, el tiempo transcurre en la habitual danza de juego y empatía. Y el labrador envejece. Todos lo asisten cuando el salto del can ya no sucede, cuando su paso se torna cada vez más y más lento. Vuelvo a las actuaciones titiriteras, deparan escenas conmovedoras.
El final pone poesía a la vida de los protagonistas. La multimedia es la encargada de aplicar la magia. Entonces, el encuentro puede ser distinto y sumar a otros.
La cartelera teatral de Buenos Aires nos trae esta versión para las infancias y las familias, una grandiosa oportunidad para bajar decibeles y posar mirada en los vínculos, que están ahí, próximos a nosotros. ⧫

👏VERDADERA
     Por Patricia Lanatta

➥EL ZORRO, EL LABRADOR
    Y EL BUEN HOMBRE
    Dramaturgia, puesta en escena 
    y dirección general/
    Pablo Gorlero

    Intérpretes/
    Daniela Fiorentino/ Zorro
    Gerardo Porión/ Labrador
    Santiago Lozano/ Buen hombre
    Pedro Raimondi/ Juglar, liebre, zorra
    Inés Sceppacuercia/ Reemplazo de zorro 
    en vacaciones de invierno

    Dirección de títeres/
    Daniela Fiorentino
    Diseño de títeres y escenográfico/
    Inés Sceppacuercia
    Realización de títeres/
    Facundo Arana, Inés Sceppacuercia 
    Asistencia en realización de títeres/
    Nat Kravetz
    Realización de escenografía/
    Carmen Kohan, Inés Sceppacuercia
    Coreografía/
    Marina Svartzman
    Música original/
    Fernando Nazar
    Diseño de iluminación/
    Agnese Lozupone
    Coreografía/
    Marina Svartzman
    Música original/
    Fernando Nazar
    Realización de video/
    Rogelio Fuentes
    Fotografía/
    Fiorella Romay
    Diseño gráfico/
    Merci Brand Design
    Asistencia de dirección
    y producción ejecutiva/
    Pamela Jordan
    Producción general/
    Horacio Acosta Producciones

Edad sugerida
    A partir de 4 años
    Espectáculo para toda la familia
  
   Teatro Del Pueblo
    Lavalle 3636
    Funciones/
    Sábados y domingos, 17 h.
    Vacaciones de invierno/
    Sábados y domingos, 17 h