viernes, 22 de julio de 2022

EL DIVINO REFUGIO DE LA POESÍA


Inspirada sobre el poemario El Corte Argentino, último libro del intenso poeta y ensayista Juano Villafañe, y otros textos del autor, el actor Gustavo Pardi edifica esta dramaturgia poética, a la que también le aporta su mirada desde la dirección y la actuación, acompañado por tres actrices que desbordan juventud y comparten con él la pasión por la poesía. El espectador se encuentra ante una obra bien diferente, que lo sorprende desde el principio hasta el fin. Los poemas de Villafañe suben a escena teatralizados y los cuerpos actuantes se ocupan de llevar la palabra de las páginas a la escena. Ellos dicen (jamás recitan), recuerdan, recuentan, dialogan, discuten, batallan, cantan y danzan los poemas en una conversación infinita.
Sobre una escenografía intencionalmente minimalista, que permite al espectador desplegar su imaginación, aparece Gustavo Pardi, enorme actor, a quien ya conocemos en trabajos anteriores y relevantes en teatro, cine y televisión. Intérprete, además, que ya se vincula con la poesía en el unipersonal Poeta en Nueva York, de Federico García Lorca, con dirección de Mariano Dossena, en cartelera durante varias temporadas desde 2013, con giras por España y Uruguay. O que reconocemos en Con un tigre en la boca. Manual de los amantes, con dirección de Hugo Urquijo (2014, 2015, Premio ACE Teatro y Poesía), sobre poemas de Jorge Boccanera, Patricia Díaz Bialet, Laura Yasan y el propio Villafañe. 
Lo cierto es que los textos discurren por su corporalidad naturalmente, desde el minuto "0" que pisa la escena. Nos seduce con el poder encantador del poemario, mucho antes de entender que el actor deja de ser actor para componer el otro yo (alter ego) del poeta. Sencillamente, se escenifica a través de remembranzas, para nombrar las mismas cosas, una y otra vez, para afirmarse y nunca perderse. Reclama AMOR. Pone en escena la metáfora visual y sonora de aquello que pudo haber sido y no fue. Convoca hasta el hartazgo, a esa mujer amada y, finalmente, ella ingresa a la escena (Trinidad Vassia), con su larga cabellera, enfundada en un impermeable que refiere, tal vez, a un día de lluvia con aroma a despedida. Más tarde, se despoja de la gabardina, es sensual y se confunde en una danza, al son de una música romántica. Permanece callada en el principio, tiene una escucha larga y profunda, pero luego estalla: "Nos vimos frente a frente como se hacen las palabras y el amor. Tanto sabemos que ya nada hace falta de nuevo. Conversamos como si hubiéramos amado el silencio...". (La conversación, El corte argentino).


Nada de todo este racconto es lineal o convencional. El espectador debe poner en suspenso su razón, asomarse poco a poco a la poesía teatral, intrincada, de múltiples rincones, matices, giros y declives que nos convida el poeta. Todavía más, debe desafiar su imaginería para completar la singularidad del relato que acontece. La música e iluminación acompañan esta invitación a los sentidos. Hay momentos donde la luces se encienden y apagan sobre los intérpretes y ellos destellan, como escapando de las letras del libro, para mutar en cuerpos..A veces, disparan hacia el espectador y nos hacen parte de estos coloquios de la memoria. Otras, el poeta irrumpe en la platea, obsesionado en su épica amorosa; al igual que la luz, se fuga de la escena. Sorpresiva y brevemente, dos actrices visitan la conversación (Nicole Williams y María Sol Pacheco), otorgando una dinámica distinta al espectáculo. Y la poesía puede ser canto, acaso para calmar la ansiedad y soledad del poeta. 
Los enamorados, aquellos que alguna vez se amaron, se enfrentan cara a cara en varias repeticiones. La pareja encarna poemas. Los comparten, los dicen al unísono o cada quien sostiene uno distinto al mismo tiempo. Es la sonoridad del vínculo amatorio.   
Toda la puesta nos rodea, nos empapa de poesía. El viaje al cual fuimos invitados es embriagador. Al principio, podemos creer que asistimos al mundo de un poeta que nos es ajeno, pero hacia el final de la travesía, es posible apropiarnos de esta historia, que nos espeja en la universal estación del amor, en el agridulce juego del encuentro y desencuentro, en la emoción desmesurada y el dolor persistente. En definitiva, en esa verdad, despiadada y a la vez liberadora, que reza que nada nos puede obligar a quedarnos.
Parejas actuaciones en un cruce inteligente de las artes combinadas, con un Gustavo Pardi, radiante, que se luce en todos sus roles. ⧫

👏 EMBRIAGADORA
      Por Patricia Lanatta

➤ÚLTIMAS FUNCIONES: 
DOMINGOS 24, 31 DE JULIO Y 7 DE AGOSTO
A LAS 20 H.
➤CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN (Corrientes 1543, CABA)
➤Entradas: 

LA CONVERSACIÓN INFINITA
Textos/ Juano Villafañe
Intérpretes/ Gustavo Pardi, Trinidad Vassia, Nicole Williams, María Sol Pacheco
Voz en off/ Carolina Krivoruk
Diseño de luces/ Horacio Novelle
Diseño sonoro y música original/ Silvina Aspiazu
Asesoría de entrenamiento vocal/ Gisela Antman
Bocetos de escenografía y vestuario/ Jess Menéndez
Fotos/ Nacho Lunadei
Dramaturgia y dirección/ Gustavo Pardi
Asistencia de dirección/ Tomás Scheifer
Producción ejecutiva/ Carla Rosaria Maieli
Prensa/ Daniel Franco