El mito de Fausto (1808), la obra maestra del poeta
alemán Goethe, nos remite a ese hombre sabio pero insatisfecho por la
limitación de su conocimiento, que pacta con Mefistófeles venderle su alma, a
cambio de juventud hasta su último día. Del mismo modo, la versión nos convoca
a un acuerdo con Mandinga a partir de una leyenda rural, cuando un personaje
poderoso en su terruño, pero igualmente infeliz ante el estado durmiente de
su hija menor, sucumbe y apuesta su ánima, a cambio de
que su niña despierte a la vida.
En ambos pactos se desencadena el infierno.
Guillermo
Parodi, autor y director del espectáculo, le da potestad al personaje de Mandinga para que se apropie del relato, y esto tiene un sentido. Bajo la
expresividad de Lorena Szekely, seduce (lo intenta insistentemente) a
personajes y espectadores. Esta facultad de hacerse cargo de la historia es una
decisión sumamente inteligente.
La leyenda cuenta que a finales del siglo XIX, un terrateniente
de origen europeo, semianalfabeto y católico devoto, que habitaba la provincia
de Corrientes, perdió a su hija en un accidente. Una carreta que transportaba
troncos se salió de su eje y la aplastó, dejándola inconsciente. Inclinado a la
oración, hizo promesas de todo tipo ante Dios para que la niña regresara. Sin respuesta, pactó con el mismísimo demonio edificar una capilla negra en su
nombre, aún más, la hizo bendecir por un religioso. Todo para revivirla.
El cuento se enclava en el monte, un espacio a imaginar
por el espectador, desde que la escenografía se sugiere con pocos elementos, que
el elenco arma y desarma.
En la puesta se destaca el lenguaje gauchesco. Es
logrado y representativo de los perfiles que encarna. También es notable el
trabajo corporal de actores y actrices que, a su tiempo, son tomados,
arrastrados y poseídos por fuerzas de otro orden. Sus cuerpos hablan, más allá
del parlamento. En esa construcción, el aspecto musical y el sonoro envuelven
los climas necesarios para el conjuro. La iluminación, en la oscuridad como en
el claroscuro, es un señalamiento constante. Los apagones, léase: la falta de
claridad, califican aquello que se corroe. El maquillaje y el vestuario persuaden: la
vestidura nívea de la joven, la calavera que ostenta Mandinga, el ropaje
criollo.
Vuelvo a la actuación; es pareja y persuasiva en todos
los intérpretes. El personaje del "santo" parece estar hecho a medida
para las cualidades expresivas de Lorena Szekely. Osado, incansable, perverso. Una coreografía sobre muros, proyecta su sombra y es allí donde acontece el climax de la obra, dejando al descubierto las miserias de los más débiles.
En una atmósfera inquietante, entre tinieblas,
deambulan Alcibíades Velásquez, el padre; Dolores, la niña amadísima; Toribio, el hijo
despechado; Crecencia, la nana que sabe cosas y calla; Magdalena (su hija), que desea al
terrateniente y traiciona; un cura dócil. En todas partes, Mandinga, que sabe
doblegar las almas.
Las confesiones oscuras entre Toribio y Magdalena,
alrededor de un pozo profundo; la pelea entre Toribio y su padre, disputando el
poder de las tierras de naranjos; Crecencia, en su tieso silencio; la
metamorfosis diabólica que se opera en Dolores (destacada labor de Lucía Palacios); el pueblo (sus voces), exigiendo verdad. Son álgidos momentos del
relato.
Nuevamente, una inteligente dirección sobre un texto, que pone en primera persona el discurso de un poder maléfico, como un
extraordinario procedimiento para desenmascararlo. ⧫
👏
INQUIETANTE
Por Patricia Lanatta
➥MANDINGA (La capilla del Diablo)
Dramaturgia/
Guillermo Parodi
Intérpretes/
Julia Funari (Crecencia)
Lucía Palacios (Dolores Velásquez),
Camilo Parodi (Toribio Velásquez),
Natalia Rey (Magdalena),
Marcelo Rodriguez (Alcibíades Velásquez)
Lucas Soriano (Don Ángel, el cura),
Lorena Szekely (Calavera, el santo)
Músicos/
Nahuel Del Valle (fuelle)
Juan Pablo Martini (piano)
Camilo Parodi (voz y guitarra)
Guillermo Parodi (canción final en off)
Composición y producción musical/
Juan Pablo Martini
Diseño de vestuario/
Jorgelina Herrero Pons
Diseño de escenografía/
Fernando Diaz
Realización de vestuario/escenografía
Talleres Del Teatro Argentino De La Plata - Tac
Diseño de luces/
Fernando Diaz, Guillermo Parodi
Diseño de imagen/
Mariana Melinc
Diseño gráfico/
Leandro Almendro
Fotografía/
Ana María Ferrari
Entrenamiento corporal/
Sofia Ballvé
Asistencia de dirección/
Macarena López
Dirección/
Guillermo Parodi
Prensa/
Paula Simkin
Redes/
@mandingalacapilladeldiablo
➥Este espectáculo es una producción de El Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino de La Plata
Funciones/
Sábados, a las 22 h.
Teatro Del Pueblo/ Sala Somigliana
Lavalle 3636, Almagro
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